Es una coproducción entre Francia, Polonia y Suiza de 1994
co-escrita, producida y dirigida por el cineasta Krzysztof Kieslowski y
protagonizada por Irène Jacob y Jean-Louis Trintignant. Se trata de la última
película de la trilogía Tres Colores, que examina los ideales revolucionarios
franceses. Rojo es la fraternidad, que
se explica, mostrando personajes cuyas vidas se ven gradualmente interconectadas aunque parecen tener poco en
común. Kieślowski había anunciado que esta sería su última película, que
resultó cierto con la muerte repentina del director en 1996.
Krzysztof Kieslowski, Irène Jacob y Jean-Louis Trintignant |
No obstante, el simbolismo
del color rojo como parte de los idearios revolucionarios franceses y por ende
de la cultura europea y occidental y que articula la trilogía se amplía a
otros ámbitos: los personajes masculinos protagonistas son jueces, y en el
protocolo universitario el color rojo se asocia con el Derecho; el personaje
femenino protagonista se vincula escenográficamente con el rojo como muestra de
la habitual representación de este color con la energía vital y con el amor.
Otra imagen recurrente relacionada con el espíritu de la
película es el de las personas mayores reciclando botellas; en el caso de Rojo una anciana no
puede alcanzar el orificio del contenedor y Valentine la ayuda (es el espíritu
de solidaridad en que se basa la película). La película ha sido interpretada como un anti-romance.
Juliette Binoche y Benoît Régent, los protagonistas de TroisCouleurs: Blue, y Julie Delpy y Zbigniew Zamachowski, los protagonistas de
Trois Couleurs: Blanc, realizan un cameo en la parte final de la película. Su
presencia está justificada para cuadrar argumentalmente toda la trilogía,
porque se ha interpretado el final de esta película como una muestra de que el
amor les salva de la deriva de la sociedad, simbolizada en el hundimiento del
barco.
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