miércoles, 23 de marzo de 2016

Un viejo que leía novelas de amor



Es una novela de Luis Sepúlveda  escritor, periodista y cineasta chileno publicado en 1989, que le hizo saltar a la fama internacional. La novela esta inspirada en su experiencia de convivencia con los shuar ,se convirtió en un superventas con numerosas ediciones. Desde entonces, el éxito acompaña sus libros que han sido traducidos a muchos idiomas y han recibido numerosos premios.


Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la Selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo. Un buen día decidió leer con pasión las novelas de amor -«del verdadero, del que hace sufrir»- que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo Loachamín para distraer las solitarias noches ecuatoriales de su
incipiente vejez. En ellas intenta alejarse un poco de la fanfarrona estupidez de esos codiciosos forasteros que creen dominar la Selva porque van armados hasta los dientes pero que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida porque le han matado las crías. Descritas en un lenguaje cristalino, escueto y preciso, las aventuras y las emociones del viejo Bolívar Proaño difícilmente abandonarán nuestra memoria.




La historia es, por encima de todo, una novela de aventuras y, como tal, contiene la dosis necesaria de acción, peligro y suspense para mantener la atención del lector también  es una novela ecológica, pues en ella se expresa una crítica a los que corrompen “la virginidad de la Amazonía” buscando oro o matando animales indiscriminadamente para conseguir sus pieles, a los que encarnan la barbarie humana y anteponen sus intereses personales a todo lo que les rodea.


Luis Sepúlveda convivió con los shuar en una expedición con la Unesco. Durante sus siete meses allí, con los indígenas donde aprendió que la América Latina es multicultural y multilingual. Además los ayudo a hacer un borrador para el primer plan para la alfabetización de la federación de los campesinos Ibambura, en los Andes.
En la nota previa y en la dedicatoria de la novela aparecen dos personas significativas: Chico Mendes y Miguel Tzenke. A Chico Mendes se lo dedicó, porque fue un gran luchador contra la destrucción de la Amazonia.


La novela a sido llevada al cine por el director  Rolf de Heer y protagonizada por  Richard Dreyfuss.  Aunque la película se estrenó en el año 2001 no fue visto en los cines hasta el año 2004.  


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