domingo, 21 de julio de 2019

Extraños en un tren (Strangers on a Train)


Es la primera novela de la escritora estadounidense Patricia Highsmith se trata de una novela de suspense psicológico. Tenso, siniestro e impactante, ha sido adaptada al teatro y la pantalla en numerosas ocasiones, especialmente acordada es la realizada por Alfred Hitchcock en 1951. Tuvo un éxito modesto después de su publicación en 1950, y la adaptación cinematográfica de la novela de Alfred Hitchcock mejoró su reputación actualmente considerada un clásico y representa el punto de referencia para su género.

Bruno viaja en el mismo tren que Guy. Empiezan a conversar y Bruno, demoníacamente, fuerza a Guy a desvelar su punto débil, la única grieta en su ordenada existencia: Guy quisiera librarse de su mujer, que le traicionó y que puede obstaculizar su prometedor futuro. Bruno le propone un pacto: él matará a la mujer y Guy, a su vez, al padre de Bruno, a quien éste odia. Guy rechaza el plan, pero no así Bruno, quien, una vez cumplida su parte, reclama al horrorizado Guy que cumpla con la suya. Extraños en un tren lleva a cabo una indagación escalofriante en la perturbada mente de Bruno, pero lo que más le interesa a Patricia Highsmith es la relación entre éste y Guy. Y es ahí donde la novela prefigura la obsesión de su obra futura: ¿hasta qué punto no está la insania de Bruno agazapada también en Guy? ¿Cuán cercana es la amenaza de la irracionalidad en todos nosotros?.

La novela se basa en la idea de que cualquier persona, bajo las circunstancias adecuadas, puede cometer un asesinato; y en el supuesto de que, para la existencia de dos conceptos opuestos, cada uno necesita de la existencia del otro. De hecho, dos opuestos son sólo dos caras de la misma moneda, dos aspectos de la misma cosa. Tome los conceptos del bien y del mal, por ejemplo, sólo pueden existir gracias a la existencia del otro, no pueden existir el uno sin el otro. En este sentido Guy no puede existir sin Bruno.El mundo de Patricia Highsmith siempre ha estado lleno de gente común, todos los cuales son capaces de crímenes muy comunes. Este tema estuvo presente desde el principio, cuando su novela debut, Extraños en un tren, galvanizó al público lector.

Una de las estrategias que emplea Patricia Highsmith es rebotar la narrativa entre dos personajes. La estructura del libro permite a Highsmith saltar de un personaje a otro y colocarlos en partes del país completamente diferentes, pero debido a su relación y la vacilación entre las dos historias, se sienten como si estuvieran muy cerca uno del otro. Es casi un efecto de pantalla dividida, donde viven sus vidas separadas y se distinguen entre sí, pero la estructura paralela los une. Se siente como si estuvieran en el mismo marco. La forma lineal del libro evita que las historias se reproduzcan exactamente al mismo tiempo como en una pantalla dividida en una película. Pero los dos hilos están tejidos de tal manera que el lector experimenta las historias como si estuvieran sucediendo simultáneamente. Esta técnica hace que el lector pase por un hilo a la vez, inyectando una fuerza de energía en la narrativa. Cuando cada sección se retoma, se reanuda en medio de los momentos más cruciales para ese personaje. Las transiciones agilizan la narración.


Como hemos comentado fue adaptada como película en 1951 por el director Alfred Hitchcock. este se aseguró los derechos de la novela por solo $ 7,500. Como de costumbre, Hitchcock mantuvo su nombre fuera de las negociaciones para mantener bajo el precio de compra. Highsmith estaba bastante molesta cuando más tarde descubrió quién había comprado los derechos por una cantidad tan pequeña. Par el guion tejió un subtexto homoerótico (solo insinuado en la novela) y cambio a Bruno de un alcohólico burdo a un apuesto y encantador niño de mamá. Más villano hitchcockiano.


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