Es la primera novela de la escritora estadounidense Patricia
Highsmith se trata de una novela de suspense psicológico. Tenso, siniestro e
impactante, ha sido adaptada al teatro y la pantalla en numerosas ocasiones,
especialmente acordada es la realizada por Alfred Hitchcock en 1951. Tuvo un
éxito modesto después de su publicación en 1950, y la adaptación
cinematográfica de la novela de Alfred Hitchcock mejoró su reputación actualmente
considerada un clásico y representa el punto de referencia para su género.
Bruno viaja en el mismo tren que Guy. Empiezan a conversar y
Bruno, demoníacamente, fuerza a Guy a desvelar su punto débil, la única grieta
en su ordenada existencia: Guy quisiera librarse de su mujer, que le traicionó
y que puede obstaculizar su prometedor futuro. Bruno le propone un pacto: él
matará a la mujer y Guy, a su vez, al padre de Bruno, a quien éste odia. Guy
rechaza el plan, pero no así Bruno, quien, una vez cumplida su parte, reclama
al horrorizado Guy que cumpla con la suya. Extraños en un tren lleva a cabo una
indagación escalofriante en la perturbada mente de Bruno, pero lo que más le
interesa a Patricia Highsmith es la relación entre éste y Guy. Y es ahí donde la
novela prefigura la obsesión de su obra futura: ¿hasta qué punto no está la
insania de Bruno agazapada también en Guy? ¿Cuán cercana es la amenaza de la
irracionalidad en todos nosotros?.
La novela se basa en la idea de que cualquier persona, bajo
las circunstancias adecuadas, puede cometer un asesinato; y en el supuesto de que,
para la existencia de dos conceptos opuestos, cada uno necesita de la
existencia del otro. De hecho, dos opuestos son sólo dos caras de la misma
moneda, dos aspectos de la misma cosa. Tome los conceptos del bien y del mal,
por ejemplo, sólo pueden existir gracias a la existencia del otro, no pueden
existir el uno sin el otro. En este sentido Guy no puede existir sin Bruno.El
mundo de Patricia Highsmith siempre ha estado lleno de gente común, todos los
cuales son capaces de crímenes muy comunes. Este tema estuvo presente desde el
principio, cuando su novela debut, Extraños en un tren, galvanizó al público
lector.
Una de las estrategias que emplea Patricia Highsmith es
rebotar la narrativa entre dos personajes. La estructura del libro permite a
Highsmith saltar de un personaje a otro y colocarlos en partes del país
completamente diferentes, pero debido a su relación y la vacilación entre las
dos historias, se sienten como si estuvieran muy cerca uno del otro. Es casi un
efecto de pantalla dividida, donde viven sus vidas separadas y se distinguen
entre sí, pero la estructura paralela los une. Se siente como si estuvieran en
el mismo marco. La forma lineal del libro evita que las historias se
reproduzcan exactamente al mismo tiempo como en una pantalla dividida en una
película. Pero los dos hilos están tejidos de tal manera que el lector
experimenta las historias como si estuvieran sucediendo simultáneamente. Esta
técnica hace que el lector pase por un hilo a la vez, inyectando una fuerza de
energía en la narrativa. Cuando cada sección se retoma, se reanuda en medio de
los momentos más cruciales para ese personaje. Las transiciones agilizan la
narración.
Como hemos comentado fue adaptada como película en 1951 por
el director Alfred Hitchcock. este se aseguró los derechos de la novela por
solo $ 7,500. Como de costumbre, Hitchcock mantuvo su nombre fuera de las
negociaciones para mantener bajo el precio de compra. Highsmith estaba bastante
molesta cuando más tarde descubrió quién había comprado los derechos por una
cantidad tan pequeña. Par el guion tejió un subtexto homoerótico (solo
insinuado en la novela) y cambio a Bruno de un alcohólico burdo a un apuesto y
encantador niño de mamá. Más villano hitchcockiano.
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