Frank Borzage y Marlene Dietrich |
Madeleine de Beaupre es una elegante ladrona de joyas que
acaba de robar un valioso collar de perlas en una joyería de París y se dirige
en su descapotable a la frontera con España. Para pasar el control policial,
mete el collar en el bolsillo de un ingeniero americano de vacaciones en
España. Este será el comienzo de una historia de amor que podría ser empañada
si el joven descubriese el verdadero oficio de Madeleine.
En 1935 Enst Lubitsch era uno de los directores más
prestigiosos de Hollywood y la Paramount se jactaba de tenerlo en su plantilla.
Sus comedias le habían encumbrado como primera e indiscutible figura del género
La Metro Goldwyn Mayer acababa de pedirle prestado, pagando una fortuna. A su
regreso a Paramount le esperaban multitud de proyectos. El primero era una
película con Marlene Dietrich, remake de un filme alemán. Lubitsch también la produciría la nueva versión. Todo parecía listo para comenzar a rodar cuando el
jefe del estudio lo nombra jefe de producción de Paramount Pictures. El
director tuvo que dejar todos sus proyectos se verá en la obligación, como productor
de buscarse un sustituto a sí mismo, tras desechar a otros candidatos,
finalmente se decide por Frank Borzage, el rey del cine romántico de la época, se sigue discutiendo si era una película más de Lubitsch que de
Borzage o a la inversa. Lubitsch la dirigió en parte mientras que Frank Borzage
cumplía un compromiso previo en Warner Bros y algunos comentan que la aportación
de Borzage es más bien escasa. Por aquel entonces, Frank Borzage era también un
realizador de gran prestigio. Fue el primer director de la historia en obtener
un Oscar, lo hizo por El séptimo cielo (Seventh Heaven 1927), y era considerado
como el gran cineasta del cine romántico de aquellos años. Sus incursiones en
la comedia fueron muy escasas y “Deseo” es la más destacada. La película es
totalmente lubitschiana. El director alemán estuvo al frente de todo lo
relacionado con el filme desde su concepción, eligió el reparto, el guion, los
decorados, la música.... Algunos críticos han querido diseccionar la película
en dos partes siendo la primera, más mundana y cómica, propia de Lubitsch, y la
segunda, más puramente romántica, de Borzage. El propio Lubitsch alabaría la
labor de Borzage al haber sido capaz de entender y desarrollar su mundo con
tanta fidelidad, y reconocería además que él también pudo absorber algo del
estilo de su colega, que luego plasmaría en alguno de sus films. En 1936, poco
después del estreno de Deseo, Ernst Lubitsch abandonaba su puesto de jefe de
producción de Paramount, el director del estudio se había dado cuenta de que su
labor era buena, pero resultaba demasiado derrochador.
Cuando Marlene Dietrich leyó el guion que le dio Lubitsch
quedò horrorizada. La película comenzaba con un primer plano de sus piernas. “¡Mis
piernas, siempre mis piernas! Para mí sólo tenían una función útil: el
permitirme caminar”. No admitía que se especulara tanto acerca de sus mis
piernas. Pero Mae West le aconsejó que abandonase tal actitud y dejase a los
productores hacer lo que creyesen oportuno. Deseo finalmente empieza con un primer
plano de sus piernas. “Es una excelente película que y he podido pasar por alto
un comienzo así". De este modo recuerda Marlene Dietrich en sus memorias
la película que, según ella misma atestigua en el libro, “La única película de
la que no tengo nada de lo que avergonzarme es Deseo. Encontré a Gary Cooper un
poco menos monosilábico que antes. Finalmente se deshizo de Lupe Vélez , que
había estado pisándole los talones constantemente durante el rodaje de
Marruecos. Deseo se convirtió en una buena película y, además, también resultó
ser un éxito de taquilla. El guion fue excelente, los papeles excelentes, una
prueba más de que estos elementos son más importantes que los actores”.
Deseo era la primera película que rodaba Marlene tras la su renovación
de contrato con la Paramount. Una de las condiciones que la estrella había
puesto para seguir en el estudio era que Ernst Lubitsch la dirigiese en una
película. Deseo iba a ser esa película, pero ya hemos comentao que Lubitsch no
pudo dirigirla. Habría que esperar hasta Angel (Angel, 1937) para ver
cristalizada esta unión. Para Marlene, Borzage fue el sustituto ideal. Además,
en compensación por no tener a Lubitsch, la actriz recibió un cuantioso
incentivo económico. Cuando se estrenó Deseo, la operación "humanizadora"
de la Paramount resultó todo un éxito. Marlene volvía a ser una estrella
taquillera. El público aceptó encantado la nueva imagen de la diva, mucho más
cercana y frívola. "Antes de Deseo tenía que ocultar siempre mis sentimientos
y sin embargo demostrar que amaba a mi compañero. Sternberg nunca me dejó
interpretar escenas de amor". Por vez primera, Marlene mostraba su faceta
cómica, un enorme potencial hasta entonces inédito y que, a partir de ese
momento, desarrollaría con éxito.
Se comenta que las películas
que mas le costaba interpretar a Gary Cooper eran las comedias. No se sentia
cómodo en el género porque pensaba que no resultaba gracioso y no tenía sentido
del humor. Cooper no hizo muchas comedias, pero sí interpretó unas cuantas, y
muchas pueden considerarse piezas claves del género. Ernst Lubitsch, sin
embargo, pensaba que Cooper tenía un talento innato para la comedia y que
precisamente era ese aire de perplejidad y timidez que mostraba en estas películas
lo que hacía que resultase gracioso. Lubitsch, como productor, queria darle a
Paramount un gran triunfo, y pensó que si volvía a reunir a la exitosa pareja
de Marruecos (Morocco, 1930), de Josef von Sternberg, el éxito estaría
asegurado. Además, en estos seis años Cooper se había consagrado como una gran
estrella. Cuando Gary Cooper se enteró de que Frank Borzage iba a ser el
director de Deseo, respiró tranquilo. Sabía que trabajar con Lubitsch era un
éxito seguro, pero le intranquilizaba su sofisticación y afilado ingenio.
Borzage era mucho más directo, parecía comprender a la perfección a los actores.
Deseo fue todo un triunfo también para Cooper, que daba a la perfección el
perfil de grandullón ingenuo, pero inmensamente atractivo. Lubitsch reafirmó las
dotes cómicas del actor.
John Gilbert fue inicialmente elegido como Carlos Margoli. Lo
que sería su papel de regreso después de una serie de fracasos, filmó algunas
pruebas de vestuario en Technicolor con Marlene Dietrich (en ese momento eran amantes).
Tuvo un ataque al corazón en su camerino solo días antes de que comenzara el rodaje
y fue inmediatamente reemplazado por John Halliday. Unos días después de su abrupto
reemplazo, Gilbert murió de insuficiencia cardíaca inducida por el alcohol. Corrían
rumores que afirman que Gilbert y Dietrich vivían juntos cuando ella trató de
usar su influencia para que él fuera elegido para la película. Ella retiró su
apoyo cuando el actor renovó su amistad con su ex prometida Greta Garbo. Después
de esto, Dietrich mantuvo una relación con Gary Cooper. El ataque cardíaco
fatal de Gilbert ocurrió el mismo día en que Paramount anunció oficialmente el contrato
de Cooper.
La película se filmó en Paramount Studios y en Iverson Movie
Ranch , Chatsworth, California y inusualmente para la época, en Francia y España.
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