Es una comedia francesa estrenada en 2001 dirigida y coescrita
Étienne Chatiliez , el guion fue escrito con la colaboración de Laurent
Chouchan. Esta protagonizada por Sabine Azéma, André Dussollier, Eric Berger y Hélène
Duc. Esta película ha resaltado un fenómeno hasta entonces poco estudiado, por
lo que el nombre Tanguy ahora se usa en el lenguaje coloquial sobre todo en Francia
y Canadá para designar a un adulto que sigue viviendo con sus padres. La película
fue nominada a dos Premios César mejor actor y actor revelación.
Étienne Chatiliez y Eric Berger |
Tanguy es un joven de 28 años brillante en sus estudios,
encantador y seductor, que sigue viviendo en casa de sus padres. Los Guetz
viven en plena armonía o, al menos, eso parece, porque realmente su madre,
Edith, ya no aguanta a Tanguy, y no se siente nada orgullosa de sí misma por
sentir un cierto rechazo hacia la carne de su carne. Afortunadamente, cuando
termine su tesis de chino, Tanguy se instalará en Pekín. Por eso Edith cuenta
los días y se comporta como una madre amantísima, sonriente por fuera, aunque
rota por dentro. Pero el día que Tanguy anuncia que va a retrasar un año más su
salida de la casa, Edith explota y, junto a su marido Paul, deciden empezar a
hacer la vida imposible a su propio hijo...
Esta comedia cruel es una mirada corrosiva sobre el universo
familiar, una curiosa obsesión por llevar hasta los extremos de lo imposible
una situación única y un sentido del humor ácido y perverso. Las miserias de la
clase media francesa son su objetivo, y los dardos envenenados de Chatiliez se
dirigen hacia el hipócrita protocolo de las familias presuntamente liberales,
representantes de una sociedad del bienestar que ha fecundado una generación de
hijos intelectuales e inútiles, incapaces de volar del nido de sus padres sin hacerles
perder previamente los nervios. Chatiliez se emplea a fondo en describir a
Tanguy como la viva imagen de la perfección burguesa: es irritantemente
encantador, pedante como un bibliotecario y totalmente incompetente en lo
doméstico. El autoirónico envaramiento de la interpretación de Éric Berger no
hace más que reforzar la identificación del espectador con las víctimas del
asunto. Una película ligera, que no tiene miedo de reflejar una realidad social
candente los hijos que no quieren independizarse, desde la perspectiva lúdica y
despreocupada de la comedia.
En 2019 se rodó una secuela “Tanguy, le retour” con el mismo
director y reparto, Tanguy, de 44 años, regresa a la casa de sus padres 16 años
después de irse, con su hija Zhu bajo el brazo porque Meï Lin lo dejó.
Decepcionados por ver a su "pequeño" en este estado, Paul y Edith
hacen todo lo posible para que se sienta a gusto, sin darse cuenta de que al
hacerlo, trenzan una cuerda para colgarse más a ellos porque Tanguy empieza a
sentirse bien con sus padres.
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