Es la primera novela del escritor español exiliado a Francia Agustín Gómez-Arcos publicada en 1975. El libro fue un éxito. El texto aborda los asuntos que más interesaron al escritor: la Guerra Civil y sus secuelas, la depresión del exilio y, sobre todo, los amores prohibidos. Esta novela abiertamente sacrílega contiene una alegoría de la fortaleza y la perseverancia en un lugar -la España franquista- donde predominaban una piedad y una educación pésimamente entendidas.
Durante los primeros dieciséis días de su existencia, el
niño quedó postrado en su cuna: los ojos cerrados, ni un grito, ni un gesto. El
día dieciséis, abre los ojos. Su madre, decepcionada que esperaba un monstruo, no está interesada en él y lo
hace llevar a " la otra habitación", la de su hijo mayor Antonio. El
niño creció con el secreto de amor de su hermano, Antonio que lo inicia en el placer y en el conocimiento. El niño descubre el pasado descifrando en torno a él su propia historia. Vive solo
por el amor hacia su hermano y el odio a su madre.
Narra, de un modo
intenso y provocativo, la vida de un muchacho desde su nacimiento hasta que
cumple 25 años. Partiendo de la extraña relación entre el protagonista y los
seres que lo rodean, Gómez Arcos desvela, de manera descarnada, los traumas
causados por la guerra civil en una familia de la burguesía andaluza. Profundas
reflexiones sobre las relaciones humanas, la muerte, la homosexualidad, la
libertad, la dictadura, la religión, conforman esta novela de amor y de odio,
magistralmente escrita pero políticamente incorrecta.
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