domingo, 10 de enero de 2016

La feria de las vanidades ( Vanity Fair )

Es una novela del autor inglés William Makepeace Thackeray, publicada por vez primera en 1847–48, satirizando la sociedad del Reino Unido de principios del siglo XIX. El título del libro procede de la historia alegórica de John Bunyan El progreso del peregrino, publicada por vez primera en 1678 y aún leída ampliamente en la época de la novela de Thackeray. La feria de las vanidades se refiere a una parada en el progreso del peregrino: una feria interminable en una ciudad llamada Vanidad, que pretendía representar la atracción pecaminosa del hombre por las cosas mundanas.


En un mundo donde nada es lo que parece, dos mujeres tratan de encontrar su lugar. Amelia, dulce pero insustancial, consagra su vida al hombre que ama; Becky, atractiva y llena de talento, utiliza mil recursos para ascender en la escala social. En torno a ellas, y en una vitalista sucesión de intrigas, se arremolina una espléndida galería de personajes.


En 2003, La feria de las vanidades fue incluida en la encuesta The Big Read de la BBC sobre la "novela más querida" del Reino Unido.

Como muchas novelas de la época, La feria de las vanidades fue publicada por entregas antes de que se vendiera en forma de libro; fue impreso en 20 partes mensuales entre enero de 1847 y julio de 1848. Como era práctica habitual, la última parte fue un "número doble" conteniendo las partes 19 y 20.

La feria de las vanidades fue la primera obra que Thackeray publicó bajo su propio nombre, y fue extremadamente bien recibido en su época. Los números mensuales originales y más tarde la versión unida presentaron las propias ilustraciones de Thackeray, que a veces proporcionan pistas de la trama o imágenes simbólicamente cargadas (un personaje principal mostrado como una sirena comedora de hombres, por ejemplo) a las que el texto no se refiere explícitamente. La mayor parte de las ediciones modernas no reproducen todas las ilustraciones, o las reproducen tan mal que se pierde gran parte del detalle.


Thackeray no pretendía sólo que el libro fuera entretenido, sino también instructivo, una intención demostrada a lo largo de la narración del libro y a través de la correspondencia privada de Thackeray. La novela está considerada un clásico de la literatura inglesa, aunque algunos críticos pretenden que tiene problemas estructurales; Thackeray a veces pierde el hilo de la enorme amplitud de su obra, mezclando los nombres de los personajes y pequeños detalles de la trama. El número de alusiones y referencias que contiene pueden hacerlo difícil de seguir a los lectores modernos.




Aunque los críticos fueron superlativos en sus alabanzas, expresaron su disgusto en el constante retrato oscuro de la naturaleza humana, temiendo que Thackeray llevara su sombría metáfora demasiado lejos. En respuesta a sus críticos, Thackeray explicó que veía a la gente en su mayor parte "terriblemente tonta y egoísta". El final nada feliz pretendía inspirar a los lectores a mirar dentro de sí mismos y sus propios defectos.



El subtítulo, Una novela sin un héroe, es apropiado porque los personajes todos tienen sus defectos en mayor o menor grado; incluso los más simpáticos tienen sus debilidades.

La novela es una sátira de la sociedad en su conjunto, caracterizada por la hipocresía y el oportunismo, pero no es una novela de reformista; no se sugiere que los cambios sociales o políticos, o una mayor piedad y reformismo moral podrían mejorar la
naturaleza de la sociedad. Así que pinta una vista bastante desolada de la condición humana. Este retrato poco prometedor continúa con el propio papel de Thackeray como un narrador omnisciente, uno de los escritores mejor conocidos por usar esta técnica. Continuamente ofrece apartes sobre sus personajes y los compara a actores y marionetas, pero su desdén alcanza hasta a sus lectores; acusando a todos los que podrían estar interesados en semejantes "ferias de las vanidades" de tener un "humor perezoso, o benevolente o sarcástico".



A menudo se compara la obra con la otra gran novela histórica que abarcan las guerras napoleónicas: Guerra y paz de León Tolstói. Mientras que la obra de Tolstói enfatiza más el detalle histórico y el efecto de la guerra sobre sus protagonistas, Thackeray en lugar de ello usa el conflicto más como un telón de fondo para las vidas de sus personajes. Los acontecimientos trascendentales en el continente no siempre tienen una influencia igualmente importante en los comportamientos de los personajes de Thackeray. Más bien sus defectos tienden a complicarse con el tiempo. Esto contrasta con el poder redentor del conflicto en los personajes de Guerra y paz. Para Thackeray, las guerras napoleónicas en su conjunto pueden verse como una más de las vanidades expresadas en el título.


Ha sido llevada al cine, televisión y radio en diversas ocasiones destacando:

La versión de 1998 en forma  miniserie de la BBC protagonizada por Natasha Little como Becky Sharp y en  2004 dirigida para el cine  por Mira Nair. Protagonizada por Reese Witherspoon como Becky Sharp y Natasha Little Esta obra reescribe a Becky como un personaje simpático, cuyos defectos son "comprensibles."


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