domingo, 24 de enero de 2016

La Peste



 Es una novela de Albert Camus, publicado en 1947 forma parte de un  ciclo  que reune tres obras de Camus, La peste, El Rebelde y Los Justos que ayudaron en parte a su autor en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1957. Cuenta la historia de una plaga que  barrio la ciudad argelina de Orán. Se hace una serie de preguntas relativas a la naturaleza del destino y de la condición
humana. Los personajes en el libro, que van desde los médicos a los turistas a fugitivos, todos ayudan a mostrar los efectos de la peste tiene en una población. La peste es en parte una alegoría histórica, en la que la peste significa la ocupación alemana de Francia desde 1.940 hasta 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. 


El libro muestra cómo afecta la vida en una ciudad tras ser declarada una epidemia de peste. Pero va mucho más allá y refleja como el desastre y la desgracia puede hacer aflorar los mejores sentimientos y actitudes de las personas para luchar y lograr sobreponerse ante lo que consideran injusto. El protagonista, el doctor Rieux, se queda en la ciudad porque marcharse sería desertar, siente la necesidad de combatir para acabar con el mal, que tiene la forma de la temible peste bubónica. Esta
enfermedad da al traste con las vidas e ilusiones de cientos de inocentes. El miedo inunda las calles, y, además del doctor Rieux, hay otras personas dispuestas a ayudar y conseguir terminar con el horror. El esfuerzo común logra que la peste acabe desapareciendo ante el júbilo de todos. Pero queda planteada la duda sobre si no es posible que la amenaza siga vigente y algún día regrese.


La novela se cree que está basado en la epidemia de cólera que mató a un gran porcentaje de la población de Orán en 1849 después de la colonización francesa, pero la novela se sitúa en la década de 1940.  Orán y sus alrededores fueron golpeados por la enfermedad varias veces antes que Camus publicada esta novela. De acuerdo con un informe de investigación por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Orán fue diezmada por la peste en 1556 y 1678, pero todos los brotes posteriores, en 1921 (185 casos), 1.931 (76 casos) y 1944 (95 casos), estaban muy lejos de la escala de la epidemia se describe en la novela.


 La plaga se considera un clásico existencialista a pesar de la objeción de Camus a esta etiqueta. El tono narrativo es similar al  de Kafka, sobre todo en  El Proceso.


Aunque el enfoque de Camus en el libro es grave, el narrador hace hincapié en las ideas que en última instancia, no tenemos control, y la irracionalidad de la vida es inevitable. Además, se ilustra  la reacción humana hacia el "absurdo".

El tema del exilio y la separación se materializa en dos personajes, Rieux y Rambert,  están separados de las mujeres que aman. El tema también está presente en otros muchos ciudadanos anónimos, que son separados de sus seres queridos cuando se cerraron las puertas de Orán. En otro sentido, el pueblo entero se siente en el exilio, ya que está completamente aislado del mundo exterior.


Los estragos de la peste en Orán muestran   que los seres humanos viven en un universo indiferente, incomprensible que no tiene sentido racional  y ningún Dios trascendente. La peste viene sin previo aviso y puede derribar a cualquiera en cualquier momento. Es arbitraria y caprichosa, y  deja el ser humano en un estado de miedo e incertidumbre, que sólo termina en la muerte. ¿Frente a esta realidad metafísica, cual debe ser la respuesta de los individuos?  Debe resignarse a ella, lo aceptan como
inevitable, y buscan consuelo lo que pueden  o  ¿deben unirse con los demás y luchar a pesar de que tienen que vivir con la certeza de que no pueden ganar? La respuesta de Camus es claramente esta última.

En tiempos de calamidad, la gente a menudo recurren a la religión, y
Camus lo examina en la novela. En contraste con las creencias humanistas de Rieux, Rambert y Tarrou, la perspectiva religiosa se da en los sermones del sacerdote  Paneloux. Mientras que los otros protagonistas creen que no hay explicación racional para el brote de peste, Paneloux cree que es un castigo divino.



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