Es una novela de la escritora estadounidense A.M. Homes (Amy
Michael Homes). El libro trata temas como el sexo, la infidelidad, la
conciencia social y la violencia escolar. Es uno de los libros más aclamados
por la crítica de la autora hasta esa fecha. Homes publicó el primer capítulo
de la novela como una historia corta en la revista The New Yorker . El título
original proviene de un álbum de jazz de 1955 del mismo nombre, grabado por el
cantante Billie Holiday. Algunos personajes que ya aparecieron en diversos cuentos de su primera
colección de historias, The Safety of Objects (1990).
Paul y Elaine son el modelo de la normalidad: matrimonio de
clase media, de poco más de cuarenta años, dos hijos, una hermosa casa en un
confortable barrio residencial, y una espesa, opaca y muda angustia que les
devora el alma. Han llegado a ese instante de la vida y del matrimonio en que
el amor y el deseo se convierten en aburrimiento y odio. Y un día, sin saber
muy bien por qué, para provocar una catarsis y que algo cambie, le prenden
fuego a su casa en el curso de una improvisada barbacoa de jardín, y huyen a
refugiase a un motel con sus hijos. Cuando vuelve, descubren que no han provocado
el liberador incendio que iba a arrasar su vivienda e iluminar su existencia
hasta los cimientos, sino un incómodo, incompleto desastre que los obliga a
refugiarse en casa de amigos hasta que el seguro pague los daños. Pero la caja
de los truenos- o quizás de los gusanos- ha sido abierta, y Paul y Elaine,
desde la casa de una doña perfecta que administra su domicilio y su familia
como si fuese un parque temático, y se pasa las noches en vela organizando los
rituales familiares, descubrirán que ya no hay vuelta atrás…
Cualquiera que esté familiarizado con la carrera de Homes
sabe que con solo mencionar su nombre se levanta una nube de polvo político.
Homes ha afirmado que escribió esta obra "en respuesta a las cosas que
suceden en la cultura" y que los periódicos "está lleno de cosas
mucho más aterradoras que mis historias". Con esta novela, Homes vuelve a destruir la apreciada
complacencia de la clase media alta, pero esta vez es mucho más inquietante y
ya solo el primer capítulo, creó un gran revuelo cuando apareció en The New
York , un tour de force de extravagancia exagerada. De manera tradicional, las
interacciones espinosas de una relación de pareja revelan las inseguridades e
insatisfacción que subyacen en su relación. Pero aunque algunos escritores se
esforzarían por comunicar estas tensiones con delicadeza, Homes tiene poco
interés en la sutileza. Sus matrimonios suburbanos se enfrentan entre sí con
una intensidad casi cómica, su disputa aumenta rápidamente hasta limites
insospechados. Después de un inico tan tremendamente sensacionalista, podrías
pensar que Homes no tiene a dónde ir con estos personajes, y hasta cierto punto
ee cierto. Su sentido de alienación es tan exagerado que deja poco espacio para
sus mentes. Con demasiada frecuencia, Paul y Elaine aparecen quejándose de
estar `` increíblemente infelices '' e `` increíblemente, horriblemente
atrapados '' pero sin mostrar capacidad para ningún tipo de pensamiento o
acción intencional. Como resultado, Homes tiene que mantener alto el volumen externo.
Ella bombardea a sus personajes con estímulos malignos del mundo exterior (una
ninfómana psicótica, un policía violador amenazante, un arquitecto verbalmente
abusivo, etc.), de modo que Paul y Elaine solo necesitan reaccionar ante ellos,
generalmente de manera inapropiada. En pocas palabras, Paul y Elaine se
encuentran tan asediados por las circunstancias que las paredes celulares de
sus identidades se rompen por completo. Y los resultados, cuando no son
horribles, pueden ser divertidos.
Sin embargo, cualquier noción de que la novela podría ser
pensada principalmente como una comedia, es borrada por su brutal final. Pero
aquí, nuevamente, Homes demuestra ser una retratista tan virtuosa de la
depravación moderna que cualquier sensación de violación se complica por una
euforia abrumadora. La escena es tan electrizante, en otras palabras, que casi
puedes perdonar a Homes el impulso descaradamente agresivo detrás de ella.
Algunas novelas las amas u odias de manera inequívoca.
Otros, y estos a menudo demuestran ser los más duraderas de todas, provocan una
respuesta más compleja. Con esta novela nos encontramos ante este caso. Hay
lectores que la suelen encontrar desagradable y deliberadamente grotesca. El
hecho a veces horrorizados, molestos y enfadados por él. Pero aun así, se encentran
embelesado de principio a fin, fascinados por el ingenioso talento de
provocación de Homes. Y durante los días que tarden en leer la novela, no pudras
pensar en otra cosa.
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