Es una novela publicada en 1989 de la novelista, guionista y
política mexicana Laura Esquivel, ella emplea el realismo mágico para combinar
lo sobrenatural con lo ordinario a lo largo de la novela. El título completo de
la obra es Como agua para Chocolate: una novela en entregas mensuales con
recetas, romances y remedios caseros. El título es una expresión común en
algunos países de habla hispana, y significa que alguien está muy enfadado. En
algunos países de América Latina, como México, el chocolate caliente no está
hecho con leche, sino con agua casi hirviendo. Una interpretación alternativa
del dicho es como agua que está lo suficientemente caliente para preparar el
chocolate, es un símil para describir un estado de pasión o excitación sexual
(es decir, "caliente y listo"). Esto describiría la pasión
burbujeante que los protagonistas tienen el uno por el otro a lo largo del
libro.
No siempre tenemos a mano los ingredientes de la felicidad.
Tita lo había aprendido desde pequeña, cuando crecía en la cocina y se le
negaba toda posibilidad de vida propia desde su nacimiento. Pero lo que también
aprendió Tita es que los ingredientes no son lo más importante para cocinar un
buen plato, sino todo el amor con que seas capaz de hacerlo, pero también se
dio cuenta de que sus platos no solo tenían el poder de deslumbrar por sus
sabores y texturas. Su tristeza, su alegría, su deseo o su dolor a la hora de
prepararlos se contagiaban irremediablemente a todo aquel que los probaba. A
través de esta alegoría que vincula con maestría los sentimientos y los
elementos culinarios, Laura Esquivel conquistó el parnaso de la literatura,
construyendo un relato que se asienta en la tradición del realismo mágico, se
recrea en la cultura mexicana y que traspasa todo lo anterior para convertirse
en una novela universal, una parte del imaginario colectivo, un clásico.
Los temas principales de la novela son:
el crecimiento personal. Al comienzo de la novela,
Tita era una joven sumisa. A medida que la novela avanza, Tita aprende a
desobedecer la injusticia de su madre, y poco a poco se vuelve cada vez más
experta en expresar su fuego interior a través de diversos medios. Cocinando a
través de la iluminación, aprendió a expresar sus sentimientos y a lidiar con
su madre.
La Violencia
Mamá Elena a menudo recurre a la violencia cuando obliga a
Tita a obedecerla, si, Mamá Elena se encuentra con la más mínima protesta de
Tita provoca furiosas diatribas y golpes. Cuando Tita se atreve a enfrentarse a
su madre, Mamá Elena le da una paliza. Como Mamá Elena debía protegerse y
proteger a su familia de los bandidos y los revolucionarios, su crueldad podía
interpretarse como fuerza.
El amor romántico que se exalta a lo largo de la novela está
prohibido por la madre de Tita para imponer ciegamente la tradición de que la
hija menor sea la cuidadora de la madre. Sin embargo, la etiqueta tradicional
impuesta por Mama Elena se desafía progresivamente a lo largo de la novela.
Esto es paralelo al escenario de la Revolución Mexicana creciendo en
intensidad. La novela es más paralela a la Revolución porque durante ella el poder del país estaba en manos de unos pocos elegidos y el
pueblo no tenía poder para expresar sus opiniones. Asimismo, Mamá Elena
representa a los pocos elegidos que tenían el poder en sus manos, mientras que
Tita representa a las personas porque no tenía poder para expresar sus
opiniones, pero tenía que obedecer las reglas de su madre.
Rebelión
Tita nace en la cocina, un lugar que presagia su vocación.
Debido a la tradición que requiere que la hija menor cuide a su madre, Mamá
Elena prohíbe que Tita se enamore, se case o quede embarazada, obligándola a
trabajar en la cocina. Cuando se convierte en una mujer joven, parece
ajustarse al rol de género que su madre espera; sin embargo se rebela,
ideando creativamente una forma en que puede expresar sus sentimientos y
emociones reprimidos a través de su cocina. Ella tiene la habilidad mágica de
enviar sus deseos y emociones a la comida que prepara y eventualmente
se intoxican y enferman. Otro ejemplo de su inclusión de emociones reprimidas
en su cocina es cuando la sangre de Tita infecta la salsa de rosas y la cena de
codornices que sirve a Pedro, Rosaura y Gertrudis. Rosaura se enferma
físicamente mientras Getrudis se excita instantáneamente.
La comida también es uno de los temas principales en la
historia que se ve a lo largo de la historia. Se usa de manera muy creativa
para representar los sentimientos y situaciones de los personajes. Debido a la
naturaleza mágica de los alimentos tiene efectos literales sobre las personas en
términos de infundir las emociones de la cocinera Tita que se
transfiere de la comida a los corazones y las mentes de quienes la
devoran.
La Novela ha sido traducida numerosos idiomas; ha vendido más
de 7 millónes de copias en todo el mundo. En 1992 Laura Esquivel escribió el
guion para su adaptación al cine dirigida Alfonso Arrau. Obtuvo diez Premios Ariel, entre ellos la
Mejor Película, y fue nominado para un Globo de Oro a la Mejor Película de
Lengua Extranjera. La película se convirtió en la película en español más
taquillera que se haya estrenado en los Estados Unidos en ese momento. La película fue seleccionada como la entrada
mexicana para el Oscar a la Mejor Película de Lengua Extranjera, pero no fue
aceptada como nominada. En 2016 Laura Esquivel publico Los diarios de Tita, el diario intimo
de la protagonista de Como agua para chocolate y en 2017 publico la continuación
bajo el titulo de Mi negro pasado.
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