La soledad del corredor de fondo (The Loneliness of the Long Distance Runner)

Es una película británica de 1962 fue dirigida por Tony Richardson, uno de los nuevos directores jóvenes que emergen de películas documentales, una serie de cineastas de la década de 1950 conocidos como el movimiento de Free Cinema (es un movimiento cinematográfico británico que nace en febrero de 1956 y se prolonga a lo largo de toda la década de 1960. Se caracteriza por implementar una estética realista en el cine de ficción y en el cine documental ocupándose de retratar historias inspiradas en lo cotidiano y comprometida con la realidad social de aquel entonces, ​ siendo una reacción a la artificialidad narrativa de Hollywood y al cine británico clásico, demasiado dependiente del sistema de estudios, similar al de la industria norteamericana). El guion fue, escrito por Alan Sillitoe y se basada en su historia corta del mismo nombre.  La película está protaonizada por Tom Courtenay, Michael Redgrave, Albert Finney, Avis Bunnage, James Bolam y Alec McCowen. La partitura musical es de John Addison que incorporó algunos de los sonidos de jazz de forma libre de la época, pero sobre todo es  notable, , por el uso irónico del antiguo himno "Jerusalén", presentado en varios estilos.

Colin Smith es un joven de clase obrera que vive en los alrededores de Nottingham. Un día comete un robo en una panadería y es enviado a un reformatorio. Una vez allí empieza a correr, y gracias a sus cualidades como corredor de fondo va ganando puestos en la institución penitenciaria. Durante sus entrenamientos reflexiona sobre su vida anterior y empieza a comprender que se encuentra en una situación privilegiada.

En los años sesenta el Free Cinema inglés, al igual que la Nouvelle Vague, retrató a menudo la juventud de su época, centrándose especialmente en sus elementos más conflictivos, su relación con una sociedad que detestaban, y los métodos educativos, represivos y obsoletos, con los que ésta intentaba reeducarlos. Tres años más tarde que "Los 400 golpes", del francés Truffaut, Richardson dirigía esta excelente obra, en la que un joven internado en un reformatorio desahoga su frustración y rabia corriendo. La magnífica interpretación de Courtenay, el inteligente intercalado de flash-backs para contar la vida anterior del protagonista, y la contundente dirección de Richardson se quedan en la retina. El final, sencillamente impecable.

La película muestra la Gran Bretaña de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta como un lugar elitista, desolador para los trabajadores de la clase media.El guionista  Alan Sillitoe era uno de los jóvenes enfadados que trabajaban en los medios de comunicación y mostraban la difícil situación de los jóvenes. La película tiene personajes arraigados en su contexto social. La conciencia de clase abunda en todas partes: las nociones de "ellos" y "nosotros" que Richardson enfatiza reflejan la base de la sociedad británica en ese momento, por lo que lo educados caballeros que gobiernan está en contraste con muchos de los jóvenes reclusos de la clase trabajadora.

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Tony Richardson más tarde comento  que al no estar atado  a un estudio importante, pudo elegir a su equipo y reunir a un grupo de colegas mucho más entusiasta mientras cumplía con las regulaciones sindicales, aunque  la técnica de filmación libre de Tony Richardson no siempre fue buena para el actor  Tom Courtenay , a pesar de que el resultado parecía ser una combinación perfecta de estilos de actuación y dirección. En el comentario que acompaña al lanzamiento del DVD británico, el ahora veterano actor dice de manera bastante favorable que a veces se sentía como si estuvieran filmando un documental, pero que se sorprendió, al ver la película por primera vez, en "lo descuidado y moderno que se veía". "y cómo aprendió en esta producción que" una de las habilidades para actuar es quitarle al director lo que le puede dar eso, y no prestar atención a lo que hace o no hace que altere su rendimiento. "

Hay una escena en la que la cámara captura tanto el sol naciente como la puesta de la luna. E director de fotografía de la película Walter Lassally recordó un escrito crítico de esta escena: "'La consulta de efemérides debe haber sido para capturar ese preciso momento' ... que solo sirve para demostrar que los críticos no saben mucho sobre cómo se hacen las películas, porque no puedes planear una cosa así. Tomaría una eternidad y quedaría fuera de tu horario ". La toma fue en realidad uno de esos accidentes felices que a veces ocurren en el cine. Se instalaron dos cámaras, una con lente gran angular y otra con enfoque largo. Fue pura suerte que los dos cuerpos celestes fueran atrapados. El motín fue en gran parte improvisado. Había una cámara recorriendo los pasillos al borde del comedor. Walter Lassally operó una segunda cámara de mano. Su técnica consistía en usar la cámara estática y cambiar a la de mano en el momento exacto en que todo se vuelve violento con un movimiento frenético, luego reducir a la estática cuando el movimiento es menos violento. "La elección, creo, de ese momento en el que se cambia de trípode o de plataforma a mano es muy importante", dijo Lassally.

El director Tony Richardson se casó con la hija de un de los protagonistas de la película la estrella Michael Redgrave , Vanessa Redgrave , poco después de que terminara el rodaje. La pareja tuvo dos hijos juntos, Natasha Richardson y Joely Richardson, antes de divorciarse en 1967.

Vanessa Redgrave y Tony Richardson 

La película ganó el BAFTA al actor revelación fue nominando a Mejor director extranjero por el Sindicato Nacional Italiano de Periodistas de Cine y también recibió el premio a Mejor actor en el Festival de cine de Mar del Plata. Una encuesta de la revista Time Out de 2018 entre 150 actores, directores, escritores, productores y críticos la clasificó como la 36ª película británica mejor realizada y el grupo británico de heavy metal Iron Maiden adaptó la historia a una canción titulada "The Loneliness of the Long Distance Runner". La canción aparece en el álbum "Somewhere inTime" (1986).