Es una novela, de ciencia ficción del argentino Adolfo Bioy Casares publicada en 1940. Se considera
como el verdadero comienzo de su carrera literaria, a pesar de ser su séptimo
libro y probablemente sea su obra más famosa y por la que ganó el Primer Premio
Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires en 1941. La portada y las ilustraciones de la primera edición fuero realizadas por Norah Borges, hermana del amigo íntimo del autor, Jorge Luis Borges
que escribió el prólogo.
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Portadas e ilustraciones de Norah Borges |
Un fugitivo se esconde en una isla desierta en algún lugar de
la Polinesia este comienza un diario después de que unos turistas llegan a la
isla donde se esconde. A pesar de que considera su presencia como un milagro,
teme que lo entreguen a las autoridades y se esconde en la zona pantanosa de la
isla. Entre los turistas hay una mujer, Faustine
que mira el atardecer todos los días desde un acantilado y con frecuencia entabla
una conversación con un hombre llamado Morel. El fugitivo los espía y acaba
enamorado de Faustine y un día decide acercarse a ella, pero ella no reacciona.
Él supone que lo está ignorando; sin embargo, sus encuentros con los otros
turistas tienen el mismo resultado. Nadie en la isla nota su presencia y se da
cuenta de que las conversaciones entre Faustine y Morel son siempre las mismas y
teme que se esté volviendo loco.
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En su famoso prólogo escrito por Borges, este comenta la
ausencia de precursores del género de ciencia ficción en la literatura en
español, presentando a Bioy como el iniciador de un género nuevo y afirmó : “En
español, son infrecuentes y aún rarísimas las obras de imaginación razonada.
(...) La invención de Morel (cuyo título alude filialmente a otro inventor
isleño, a Moreau (La Isla del Doctor Moreau es una novela de ciencia ficción
escrita por H. G. Wells en 1896, introduciendo ideas de sociedad y comunidad,
naturaleza e identidad humanas, el jugar a ser Dios y el darwinismo.) traslada
a nuestras tierras y a nuestro idioma un género nuevo. He discutido con su
autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o
una hipérbole calificarla de perfecta.”
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Edición con una foto de Louise
Brooks | |
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La novela fue escrita, al menos parcialmente, como una
reacción a la desaparición de la carrera cinematográfica de la actriz Louise
Brooks (fue una actriz y escritora estadounidense que se convirtió en una de
las caras más famosas del cine mudo. Se la conoce, principalmente, por sus
papeles en películas mudas durante la última mitad de la década de los años
1920 , sobre todo por La caja de Pandora y
The Diary of a Lost Girl, ambas realizadas en Berlín por el director alemán
Georg Wilhelm Pabst. Tras finalizar su carrera cinematográfica en 1938, optó
por establecerse en Nueva York, ciudad en la que trabajó como vendedora en unos
grandes almacenes y, más adelante, de acompañante de hombres ricos. A
principios de la década de los 50, los historiadores de cine franceses
redescubrieron la figura de Louise Brooks en una retrospectiva sobre cine mudo
en la Filmoteca Francesa y proclamaron que era un icono cinematográfico. Este
renovado interés por su figura hizo que se llevasen a cabo diversas
retrospectivas que consiguieron rehabilitar su situación en los Estados Unidos.)
de la que Bioy Casares se enamoró en su adolescencia, también se suele comparar
con la "La isla del doctor Moreau" de H.G. Wells y Bioy Casares reconoció que se inspiró en el
trabajo de Wells y de Poe.
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A través del cine y las nuevas tecnologías de la época, Bioy
Casares plantea numerosas reflexiones y hasta anticipa lo que hoy en día
conocemos como realidad virtual. Nos presenta otras vías hacia la inmortalidad.
La inmortalidad en la obra es buscada por el protagonista desde el comienzo,
pero de una forma indirecta e inconsciente. La invención de Morel es la
invención de la inmortalidad espiritual. Tanto Morel como el fugitivo la
prefieren antes que, a la inmortalidad física, porque consideran que es la
única verdadera: la razón por la cual no se ha llegado a
alcanzar la inmortalidad es el hecho de que se ha trabajado solamente en
conseguir la inmortalidad centrándose en la idea primitiva de esta (la física),
dejando de lado la que realmente importa: la inmortalidad de la conciencia.
Cuando los intrusos no logran ver al fugitivo, cuando
ignoran su existencia, él se niega a creer que no lo han visto, prefiere pensar
que se trata de algún plan para capturarlo y entregarlo; es decir, se niega a
no existir, ya que esto representa a la muerte y en el fondo, tampoco le disgusta tanto la idea
de ser apresado, porque el fugitivo teme a la soledad y estos pensamientos son
una característica muy humana. Del mismo modo, los celos también están
presentes en él. Por otra parte, se da cuenta de lo ilógico de sus
pensamientos, pero le cuesta contenerlos, como a cualquier persona que se vea
expuesta a una situación similar.
Por otro lado, la novela también explora el amor, la
idealización de este y cómo el amor mantiene al fugitivo con vida: es su única
vía de escape, su único deseo. Y es que el amor es tan natural y tan humano
como la muerte, igual que el temor a la soledad que expresa el protagonista. En
este caso, el amor se relaciona con las ideas platónicas del mismo y también
con el tópico literario de la Edad Media, donde la amada se muestra como un ser
inalcanzable, superior y divino. Además, el amor en la novela será el que
conduzca hacia la inmortalidad; será el desencadenante de todo, será el que
despierte en Morel el deseo de inmortalizarse junto a Faustine y el que haga
que ese mismo deseo aparezca también en el fugitivo.
El control también es un tema central de la historia. El
fugitivo se esfuerza inútilmente para volver a tomar control de su vida luego
de su injusto apresamiento. Cuando encuentra un lugar que puede controlar (la
isla) pone en peligro su vida para llegar a ella. Pero desafortunadamente la
isla es propiedad de Morel en todo sentido, y el fugitivo se esfuerza en vano.
Su amor por Faustine renueva su esperanza, pero cuando se da cuenta de que esa
relación es imposible se da por vencido y se ilusiona con que algún inventor en
el futuro le otorgue lo que no puede obtener. Por el contrario, Morel es una
figura todopoderosa con total control de su entorno: cuando no puede hacerse
con el amor de su amada, inventa una máquina que la pondrá bajo su control
forzándola a pasar la eternidad junto a él.
La película El añopasado en Marienbad (1961) de Alain Resnais se inspiró en esta novela. En 1967, el
cineasta francés Claude-Jean Bonnardot adaptó la novela en una película para
televisión. y en 1974, el
cineasta italiano Emidio Greco adaptó la novela en una película. En 1995 se adaptó la novela en una obra de teatro que usaba muñecos como los
turistas y un actor como el fugitivo. Los fans del
videojuego Myst creen que esta novela es una de sus fuentes de inspiración. En el cuarto episodio de la cuarta temporada
de la serie televisiva Perdidos (Lost) Sawyer, uno de los personajes principales se lo
ve leyendo La invención de Morel. Los creadores de la serie son admiradores del
libro y se ha adjudicado a la obra como inspiración para la serie.
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Escena de Perdidos |
El músico Stewart Copeland ex-batería del grupo The Police
ha compuesto una opera, llevada a los escenarios en 2018 con el título de The
Invention of Morel, basada en la obra.
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