Bellísima (Bellissima)

Es una comedia dramática neorrealista (también conocida como la Edad de Oro del cine Italiano, es un movimiento cinematográfico  caracterizado por historias ambientadas entre los pobres y la clase trabajadora) italiana de 1951 dirigida por Luchino Visconti y protagonizada por Anna Magnani, Walter Chiari y Tecla Scarano. Con un guion de Suso Cecchi D'Amico, Francesco Rosi, Luchino Visconti sobre una historia de Cesare Zavattini. La película es una sátira de la industria cinematográfica italiana de la posguerra, y particularmente los sueños de estrellato alentados por el movimiento neorrealista que contrataba a actores no profesionales para protagonizar sus producciones. Bellísima es el único largometraje en la obra de Visconti con un tono predominantemente cómico.

En los estudios de Cinecittà, el director Alessandro Blasetti está haciendo un casting para seleccionar a la niña que actuará en su nueva película. Entre las madres que han llevado a sus hijas está Maddalena Cecconi, una mujer de barrio que sueña con ver a su hija en el Olimpo de las grandes estrellas. Contra la voluntad de su marido, Maddalena no repara en medios para conseguir su objetivo: inscribe a María en un curso de baile y actuación, le paga fotógrafo y peluquera, le encarga vestidos a medida. En su obsesión, confía incautamente en Alberto Annovazzi, un especulador sin escrúpulos que dice tener los contactos necesarios para que María realice la prueba.

En la película el papel del director esta interpretado por el verdadero Alessandro Blasetti (un director de cine y guionista italiano que influyó en el neorrealismo italiano. También fue una de las principales figuras del cine italiano durante la era fascista. A veces se le considera como el "padre del cine italiano" debido a su papel en la reactivación de la industria en dificultades a fines de la década de 1920.) y siguiendo con la tradición del neorrealismo, varios roles fueron para actores no profesionales, como el papel del marido de Magnani que era un carnicero y fue elegido por ella misma.

La película se originó en un hecho real sucedió aproximadamente un año y medio antes, cuando el director Blasetti, que estaba buscando a una niña para una película tuvo que lidiar con una madre que quería a toda costa imponer a su pequeña hija como protagonista, diciéndole a todos que era "hermosa". Basándose en ese material el guionista, periodista, dramaturgo, escritor, poeta y pintor italiano Cesare Zavattini escribió una historia que reelaborado varias veces, de hecho, hay tres versiones bastante diferentes entre si, que luego dieron lugar a una versión adicional, la que fue la base del guion en el que sin embargo Zavattini ya no trabajo. Visconti también confirmó que realizo muchos cambios en la historia de Zavattini, en la estructura de la película y los diálogos.

Visconti no había realizado ninguna película en tres años. Después del fracaso comercial de La La tierra tiembla (terra trema) presentada en Venecia y que provoco los insultos del público bien pensado, irritado por la representación de la realidad y casi no tuvo distribución, Visconti encontro dificultades para realizar otros proyectos. El propio director declaró cuáles habían sido sus intenciones y dificultades: «La elección de una historia no depende exclusivamente de la voluntad del director. También se necesita la parte financiera para que esto suceda. Después de que tuve que renunciar a varias historias que me interesaban, Salvo d'Angelo me propuso la historia de Zavattini. Durante mucho tiempo quise hacer una película con Magnani y como ella era el intérprete esperad apara "Bellissima", acepté. (...) Y también estaba interesado en saber qué relación nacería entre nosotros”. El resultado fue muy feliz  y surgió una gran amistad entre ellos, Magnani incluso recibió Visconti durante unos días, cuando era buscado por actividaes antifascistas durante la ocupación alemana de Roma algo que le había podido traer grandes problemas.

Durante el rodaje hubo un coqueteo entre Magnani y Walter Chiari: “Bellísima la había puesto casualmente frente a ese joven milanés que siempre estaba ocupado (...). Había comenzado una pequeña historia, nacida de la soledad, el miedo a la edad un breve encuentro, nacido y finalizado durante el rodaje”. Magnani también desarrolló un fuerte sentimiento afectivo hacia la pequeña de cinco años Tina Apicella que interpreta a su hija, la actriz a menudo la llevaba a su casa, le presentó a su hijo Luca, que era solo 2 años mayor que ella, y los dos niños se hicieron amigos. En algún momento, la actriz llego a pensar en adoptarla, pero se detuvo frente a la negativa comprensible de la familia. También se produjo un problema financiero durante el rodaje, cuando un administrador desapareció con los fondos de la película un hecho que, sin embargo, se pudo remediar. Se produjeron otros problemas con los encargados de la distribución: se le pidió a Visconti que incluyera al actor Carlo Croccolo , quien en ese momento aseguraba un gran éxito de público y, para este fin, se le prometió a Visconti un " caché adicional "de 16 millones, que sin embargo fue rechazado.  En varias escenas, a Magnani se dejó libertad para improvisar respetando obviamente la historia como en la larga y famosa secuencia interpretada en la orilla del Tíber que parece casi "una película "en la película y la escena nocturna con TIna Apicella dormida y sentada en un banco fuera de los estudios Cinecittà, donde la actriz, llorando, con un pañuelo en la mano y mirando a su alrededor, pronuncia un no  esperado y casi se ahogado "¡ayuda!" de desesperación, que Visconti decidió mantener en la versión final.

Bellísima fue un fracaso económico en Italia, pero tuvo una cálida bienvenida en el extranjero. En julio de 1952 se proyectó por primera vez en París, en presencia de Magnani, y en esa ocasión la actriz recibió elogios públicos del Ministro de Asuntos Exteriores francés. Anteriormente había sido incluido entre las películas que representaban a Italia en el 2º Festival de Cine que se celebró en febrero de 1952 en Punta del Este, Uruguay, donde participó con éxito. Pero el "triunfo" tuvo lugar en Nueva York, a donde llegó Magnani, nuevamente para presentar la película, en mayo de 1953 con una bienvenida triunfal, con multitudes esperando a la actriz que recibió un asedio" de periodistas y personas, que obligó a la actriz a refugiarse en un lugar improvisado en algún momento. La película ganó los premios del Sindicato Nacional Italiano de Periodistas de Cine a mejor película y a la Mejor actriz.